lunes, 6 de octubre de 2014

Gustavo Pinedo se hace espacio en Argentina



Es el único jugador boliviano en el competitivo mundo del fútbol argentino. Juega en el San Martín, club de San Juan, que interviene en el Nacional B. Gustavo Pinedo, delantero, nacido en Coripata, se abre espacios y busca un lugar en ese difícil nivel futbolístico.

Hace 16 años, también luchaba por abrirse un espacio en la Academia Tahuichi, cuando de muy niño fue llevado de La Paz a Santa Cruz, donde logró su objetivo para formarse y convertirse en futbolista profesional

El ex Universitario de Sucre ya antes estuvo en España, donde jugó en equipos de la B; y en Ucrania; ahora cumple una tercera etapa en el exterior.Llegó a su actual club como un atacante obligado a hacer goles, pero tuvo un inicio que lo afligió, pues se desgarró antes de debutar en el Nacional B, entonces tuvo que recuperarse y volver a pelear un lugar para jugar.

“Gracias a Dios las cosas van bien, porque poco a poco estamos agarrando el ritmo que queremos y mucho más con la gran campaña que cumple el equipo. Gana, es líder y está cada vez más cerca del ascenso”, asegura este buen valor boliviano.

Admite que fue triste el desgarro que sufrió al principio, pero gracias al apoyo de su club, del entrenador Darío Forestello y de todos sus compañeros ha logrado superar el mal momento y no para de jugar desde hace seis fechas.

“Desde el primer día que llegué aquí me trataron bien. El técnico me incentiva mucho y con todo el plantel me llevo bien, hay buenas personas y mejores compañeros”, asegura.

Está en un torneo bastante competitivo, con un gran nivel de exigencia. “No sé si es bueno comparar tal como me pregunta, pero yo siento que acá hay más presión desde la afición y en la cancha ni qué decir. Si estás con el balón tienes a uno o dos encima tuyo y si te lesionas como me ocurrió, pues pierdes la titularidad porque tu compañero ya está listo. En Bolivia es un poco más pausado y puedes pisar, girar, es muy distinto”.

Tiene contrato por un año y medio y su mayor sueño es lograr el ascenso, pero además su meta inmediata es comenzar a convertir goles. “Ya en la primera rueda se hicieron puntos valiosísimos y ahora, en la segunda, lo mismo. Dios mediante vamos a poder estar hablando de cosas buenas al finalizar el torneo”.

Por ahora va “paso a paso”. Ya está adaptado a la nueva vida que lleva. Y está jugando, que es lo importante. “El siguiente paso será recuperar la titularidad y luego comenzar a marcar goles, que es lo que más quiero”.

El delantero ya estuvo en la B de España y luego en UcraniaNo es la primera vez que Gustavo Pinedo juega en el exterior, porque antes tuvo dos salidas importantes, cuando actuó en España y Ucrania.“Ya tengo un recorrido”, recuerda el delantero, quien se formó en la Academia Tahuichi.

En 2007 jugó en el Cádiz B, luego fue transferido al Xerez, al Almería y después a Rota. “Me sirvió bastante para madurar más y encarar mi profesión con mayor exigencia y sacrificio. Siempre quise llegar a lo más lejos afuera y es con esa consigna que trabajo”, explica.

También cuenta que tuvo un breve paso por el fútbol ucraniano, cuando jugó en el Chernomorets Odessa en 2009.

“Fueron experiencias muy importantes, porque cuando volví al país, me di cuenta de que uno puede marcar la diferencia precisamente con esas salidas, es que la experiencia ayuda mucho”.Pinedo vive en la ciudad de San Juan con su esposa Andrea Katerina Parada, con quien tiene una hija de dos años, de nombre Sasha Micaela.

“Un día mio en San Juan es entre las prácticas y la familia. Mayormente por las tardes entrenamos, entonces por la mañana recupero energías para aguantar el ritmo. Me alimento bien y también descanso con los míos; es así que procuro que las cosas me salgan de la mejor forma”.

De trío coripateño, con Morales y Ballivián

Gustavo Pinedo forma parte de un trío de jugadores nacidos en Coripata que marcan su propio destino en el fútbol, en este caso junto a Ramiro Ballivián y Leonel Morales, quienes también proceden del pueblo del gran Ramiro Chocolatín Castillo.

Los tres se conocen y son excelentes amigos. En algún momento coincidieron en Universitario, club al que le tienen un particular aprecio.

“Se trata de buenos compañeros y amigos de vida. Todos somos del mismo pueblo aunque nos formamos de manera distinta, pero tenemos en mente salir adelante con nuestros objetivos”, manifiesta el jugador.

Cuando se le consulta qué sabía de Ramiro Castillo y la gran fama que dejó en Argentina, Pinedo sostiene que también escuchó hablar de él desde niño y que ojalá pudiese seguir sus pasos.

“En Coripata es el símbolo máximo y cómo no quisiera reiterar algo similar a lo que él hizo en el fútbol internacional”.

Por el momento está doblemente feliz, primero porque a su equipo le va bien, San Martín es líder con 22 puntos en 10 partidos y ocupa el primer lugar entre 22 equipos. Y, segundo, porque fue citado otra vez a la selección.

Recuerda que en 2007 Erwin Sánchez ya lo convocó para alternar en dos amistosos: uno ante Sudáfrica y otro ante Irlanda del Norte. “Ahora tengo que ganarme un lugar en la Verde”, sentencia.


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