lunes, 15 de diciembre de 2014

Colque no deja que el fútbol lo abandone



El lateral izquierdo Percy Colque volvió a Bolivia luego de culminar otro semestre jugando a nivel competitivo, su último club fue el Meyrin FC, de la tercera división del fútbol suizo, en Europa.

Considera que es algo “increíble lo que le pasa”, porque a sus 38 años de edad aún se le presenta la oportunidad de practicar el deporte en un buen nivel. En este caso, el Meyrin —club que radica en la ciudad del mismo nombre, en Ginebra, a 280 kilómetros de Zúrich, la capital suiza, sede la FIFA— le ha abierto las puertas.

“La verdad es que yo soy un agradecido de la vida, un agradecido con Dios, porque me permite y me da la posibilidad de hacer todavía lo que más me gusta, que es jugar al fútbol. Puedo hacerlo aún competitivamente y eso es una gran satisfacción para mi persona”, asegura el ex The Strongest, Bolívar y las selecciones nacionales.

Cuenta que en el campeonato le fue bien, porque su equipo además fue protagonista peleando por los primeros lugares. Él jugó entre el 80% y el 90% de los encuentros y pese a su edad respondió porque se encuentra bien físicamente.

Se trata de su tercera experiencia en el fútbol suizo, al margen de que tuvo otros pasos por clubes del exterior: Tigres de México, Tirana FC de Albania —ambos en el mejor momento de su carrera—, y en la segunda división de Francia.

Hace poco, en octubre, cumplió 38 años y siguen frescos en su memoria los primeros años de profesionalismo en The Strongest, cuando comenzó como jugador Sub-20. “Claro que me acuerdo de mi debut, fue con el Tigre frente a San José en Oruro; aunque perdimos, fue un partido especial para mí”, asegura el volante nacido en La Chojlla.

Una vida sana, ordenada y saludable le permite a un futbolista jugar mucho más tiempo del que se cree. “Yo estoy muy agradecido al fútbol, en especial a los clubes grandes del país, pues tuve siete temporadas con el Tigre y cuatro con Bolívar. Aunque ahora tengo algunos asuntos personales que solucionar”, dice el volante que está de regreso en La Paz, donde visita a su familia; los suyos, su pareja e hijo, se quedaron en Europa.

Hace unas semanas estuvo en el clásico entre atigrados y académicos jugado en el Siles, cuando empataron a un gol. Ratifica que es el partido más emotivo del fútbol boliviano, pero que aún hay bastantes cosas por mejorar.

Mientras las fuerzas y las ganas se lo permitan, disfruta del fútbol también como entretenimiento y afirma que es difícil desligarse de él. “Aunque también estoy viendo bien las condiciones para tener algo propio, como una escuela de fútbol, no sé si aquí o en Europa”.

Pide una mayor atención a los niños

Percy Colque asegura que su futuro personal apunta a trabajar con las divisiones menores, pues considera que este campo no recibe la atención necesaria siendo que es lo que más debería verse para contar con una renovación permanente en el fútbol.

Afirma que incluso en los países que no son potencias futbolísticas en Europa, le dan una gran atención al trabajo con los niños y adolescentes porque saben que así competirán con los grandes.

“En estos años me tocó radicar entre Francia y Suiza, donde también jugué en tercera división, pero es increíble cómo atienden a sus equipos de menores y ahí no hay dónde perderse, por eso casi siempre están clasificados para los mundiales juveniles y los de mayores. Aquí aún es complicado. Mi sugerencia, y creo que son muchos los que lo dijeron, es atender la formación deportiva de nuestros niños, desde la casa, el colegio y mucho mejor si están en escuelas o asociaciones de fútbol”.

Anuncia que dependiendo de los recursos que logre conseguir, del proyecto que configure y el respaldo público o privado que logre, le gustaría trabajar en la formación de niños y jóvenes futbolistas.

“No hay más fórmula que la de trabajar en nuestras inferiores. Aquí, en Bolivia, seguimos sin darle su lugar, por eso no tenemos una buena cantidad de jugadores de donde poder elegir”.


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