miércoles, 13 de julio de 2016

Augusto Andaveris lleva dos décadas de fútbol, ¿en cuántos clubes ha jugado?



La disciplina, el trabajo y el talento son la fórmula para la vigencia del atacante paceño Augusto Andaveris, quien a sus 37 años inicia una nueva temporada en su duodécimo equipo, llegando a las dos décadas de carrera profesional en el fútbol.

El espigado y fornido delantero de la localidad yungueña de Chicaloma firmó para el cruceño Blooming, el segundo “grande” que le toca defender en el fútbol cruceño, después de haberlo hecho en Oriente, así como también en otros equipos, incluidos varios “chicos” del país.

Este destacado delantero lleva 20 años en el fútbol profesional, va camino a los 21 desde que debutó en la Liga, en septiembre de 1996, con la camiseta del otrora glorioso Deportivo Municipal, actualmente desaparecido.

El atacante lleva en la sangre raíces futbolísticas, pues es sobrino de Luis Iriondo (+), un recordado defensor de The Strongest.

“Me toca estar en otro grande de Santa Cruz como es Blooming, con el que seguro vamos a pelear por el título y por un torneo internacional. Me siento muy feliz, contento y agradecido con Dios porque me siga dando la oportunidad de jugar y aportar”, afirma Andaveris, ya consustanciado con lo que es su nuevo equipo.

Jugó en los clubes ligueros: Municipal, Iberoamericana, Bolívar, Wilstermann, Oriente Petrolero, La Paz Fútbol Club, Real Potosí, Aurora, San José y ahora le toca hacerlo en Blooming, En el exterior estuvo en el KF Tirana de Albania y en el Inter Bakú de Azerbaiyán, con los que completa la docena de equipos profesionales de fútbol en los que actuó. “Cada equipo fue especial, con sus cosas buenas y con las otras, pero lo que recuerdo es que donde estuve, siempre dí todo lo mejor, sin guardarme nada”, afirma el futbolista.

De acuerdo con los registros del periodista Víctor Quispe Perca, Andaveris debutó el 29 de septiembre de 1996 en La Paz, en Municipal, que en esa ocasión derrotó a Chaco Petrolero por 1-0. Ese año disputó dos partidos; al siguiente tuvo más continuidad, pero el cuadro edil descendió y el atacante pasó a Bolívar, que luego lo cedió a Iberoamericana.

Lleva dos décadas en el fútbol profesional y el atacante asegura que tiene todas las fuerzas para seguir remando. “Siempre me cuidé, trabajé bastante y tuve la bendición de no lesionarme, algo vital para que un futbolista siga en vigencia”, dice, ahora concentrado en su nuevo reto: salir adelante con Blooming.

“Cuando comencé nunca pensé que iba a estar todo este tiempo. Ahora soy jugador e hincha de Blooming”, asegura el delantero, quien en 2004 jugó en Oriente y es uno de los pocos —sino el único— futbolista paceño en vestir ambas camisetas.

Andaveris ha llegado a un medio donde poco a poco hay más presencia de jugadores del occidente, en particular de La Paz. Hasta la temporada pasada estaban Helmuth Gutiérrez, Leonel Morales, Jenry Alaca y el cochabambino Didí Torrico.

¿Cuál es la receta para seguir en el fútbol con vigencia? El atacante sostiene que la disciplina, el trabajo, tener vida ordenada y la confianza de los técnicos, quienes se fijan en esos detalles.

“No son palabras, pero me siento muy bien. Mantengo fuerza, velocidad y tengo más experiencia. Y es cierto que no importa el carnet, sino cómo estás y rindes en la cancha”.



Del certamen Interyungueño a la AFLP y de ahí el salto a la Liga

Augusto Andaveris Iriondo es un jugador emergente de la cantera de los Yungas de La Paz, sobrino de Luis Iriondo (+), el fornido lateral de The Strongest de los 70 y 80, quien además fue primer campeón liguero en 1977.

A los 14 años, flaco pero muy espigado, Andaveris debutó con Chicaloma en el Interyungueño, con la misma ilusión de gran parte de los futbolistas de esa región del país: llegar a recorrer un camino similar al de Ramiro Chocolatín Castillo, el gran ícono del fútbol de los Yungas.

“Tengo que agradecer a mis padres por el apoyo, porque para un chico de pueblo no es fácil salir a la ciudad, por la preocupación de cómo mantenerse”.

Asegura que en las provincias de La Paz y del país hay talento para explotar, pero que faltan políticas de apoyo deportivo y mucha inversión económica.

“Luego del Interyungueño, el 95 pasé a Municipal, jugué en la Asociación de Fútbol de La Paz, se logró el ascenso a la Liga, el 96 estuve en algunos partidos y el 97 jugué mucho más, aunque nos tocó descender”, rememora.

Lo que más recuerda de sus primeros cotejos en la Liga es su primer gol; le anotó a The Strongest en el Hernando Siles, aunque no tiene la certeza de cuál fue el resultado final.

Ese sello goleador lo ha llevado por todos sus clubes.



El Tigre es una cuenta pendiente

No hay imposibles en la vida, asegura Augusto Andaveris, y por ello no descarta que el destino pueda llevarlo algún rato hasta el equipo del barrio de Achumani, The Strongest, el único grande que le falta defender.

“Uno no sabe lo que pueda ocurrir, dicen que para Dios no hay imposibles, veremos; por ahora todo mi pensamiento y mis energías están en Blooming, y en demostrar todo lo que aprendimos estos años”, afirma el atacante.

Andaveris estuvo muy, pero muy cerca de jugar en The Strongest, fue en junio de 2012, tras acordar su vinculación, pero no se concretó porque La Paz FC —presidido por Mauricio González— exigió un pago por un contrato vigente; el Tigre no accedió, Wilstermann sí cubrió el porcentaje y fichó al chicalomeño.

En los años que lleva ligado al fútbol el delantero ha podido jugar el clásico de Cochabamba con ambas camisetas, la de Wilstermann y Aurora, el gran clásico de Santa Cruz ya lo disputó con la de Oriente Petrolero y ahora lo hará oficialmente con la de Blooming.

Además jugó el duelo minero en ambos equipos, para San José y Real Potosí. Y el clásico paceño defendiendo a Bolívar frente al Tigre.

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